Islam Daghlas, 23, Cooperativa de apicultores de Jenin (Palestina)
Mi historia con la apicultura empieza en el año 2012, cuando tenía 12 años. Siempre me ha gustado tener animales y creo que por eso decidí estudiar Veterinaria. Soy apicultor en Palestina y fundé la cooperativa de apicultores en Jenin cuando tenía 19 años. Esta cooperativa de apicultura cuenta hoy con 40 miembros.
Cuando se creó nuestra cooperativa, el concepto de «trabajo cooperativo» era totalmente desconocido en mi sector y, sin embargo, ha tenido un papel fundamental en el desarrollo de los principios del trabajo cooperativo entre los apicultores, especialmente teniendo en cuenta la compleja situación política a la que se enfrenta Palestina con la ocupación israelí.
Gracias a la cooperativa, mis compañeros apicultores y yo hemos podido desarrollar nuestras capacidades y habilidades y hemos podido compartir nuestras experiencias en el ámbito de la apicultura. Nuestra cooperativa también proporciona recursos de producción a sus miembros, lo cual les permite desarrollar sus negocios e introducir avances tecnológicos agrícolas en el ámbito de la apicultura.
Todos los miembros de nuestra cooperativa tienen un papel importante en los planes y estrategias de desarrollo y en la toma de decisiones. Esto me ha permitido desarrollar mis habilidades profesionales como apicultor y me ha ayudado a convertir una afición personal en mi carrera profesional y mi principal fuente de ingresos.
La cooperativa también me ha permitido desarrollar nuevas habilidades y ha ampliado mi experiencia en planificación y gestión. Además, el modelo cooperativo me sirvió para introducirme en el mercado laboral muy joven, me dio la oportunidad de tejer una red de contactos con otros profesionales del sector y me permitió construirme una identidad en el mercado local.
La cooperativa de apicultores de Jenin simboliza el significado real de trabajo en equipo, equidad y justicia para todos sus miembros. La cooperativa, junto con el Centro de Desarrollo Social y Económico, ha contribuido a reforzar el papel de los jóvenes y de las mujeres en el trabajo cooperativo.
Para mí, la cooperativa siempre ha sido una oportunidad fantástica para ver el mundo desde otra perspectiva y me ha influido también personalmente. Ser miembro de la cooperativa me ha hecho entender que la verdadera fuerza se basa en la unidad que nos garantiza una sociedad cohesionada, una identidad protegida y un futuro mejor.