Háblanos de tus comienzos como cooperativista.

Las cooperativas de consumo de Corea son únicas en su historia. Destacan en la mejora del sistema de distribución, la reducción de los costes mediante el comercio directo entre consumidores y productores y la estabilización de los precios al consumo. Sin embargo, en iCOOP esto no termina aquí. iCOOP centra sus esfuerzos en torno al valor y el sentido de los productos alimenticios. Defiende que la agricultura ecológica es fundamental no solo para los seres humanos, sino también para el medio ambiente. De hecho, esto se ha visto reforzado por sus miembros, que demandan productos más seguros y sin ingredientes nocivos. Además, los miembros consumidores participan activamente en la promoción del consumo ético y los productos con valor añadido entre sus vecinos y comunidades. En muchas ocasiones presencié y sentí su dedicación en las reuniones locales, lo que me hizo desear «ser uno de ellos». Así comenzó mi historia como cooperativista.

¿Qué efecto ha tenido en tu vida el movimiento cooperativo?

Debo decir que el movimiento cooperativo es la parte más importante de mi carrera. Como veis, ahora soy la presidenta de iCOOP, una federación de 101 cooperativas de consumo. iCOOP ha trabajado duro para poder ofrecer alimentos ecológicos y seguros, y ahora ha dado el salto a la industria de la curación con la firme convicción de que una alimentación sana es la clave para la recuperación y la preservación del planeta. Gracias a su vasta experiencia, iCOOP está decidida a convertirse en una cooperativa de cuidados integrales para la salud. Este es un momento muy importante para nosotros, ya que nos proponemos romper el límite de las cooperativas de consumo.

Las cooperativas también han tenido un enorme impacto en mi vida personal. La autodeterminación y autoayuda son conceptos que suenan muy bien, pero no es fácil para un individuo cumplir sus aspiraciones dentro de un sistema económico tan grande. Por eso son necesarias las cooperativas: para ejercer la autoayuda. Los principios cooperativos no existen únicamente para dirigir organizaciones económicas, tienen que plasmarse en nuestras vidas diarias y en nuestra cultura de la solidaridad. Más aún: el principio de cooperación está infiltrado en nuestras rutinas.

En todo el mundo, las mujeres siguen afrontando obstáculos para liderar el movimiento cooperativo. ¿Cómo los has superado y qué consejo darías a las jóvenes que se encuentran con estas barreras?

Les diría que no se dejen engañar por el tiempo. El tiempo fluye en intervalos regulares según las revoluciones y rotaciones de la Tierra. Sin embargo, lo percibimos de forma relativa. Piensa en las palabras «ya» y «todavía». Cuando nos queda mucho camino por recorrer, cuando tenemos un objetivo que nos abruma, tendemos a pensar que el tiempo pasa muy despacio o que estamos tardando demasiado. Por otra parte, cuando terminamos una carrera o alcanzamos un objetivo difícil, nos parece que el trabajo duro ha pasado rápidamente en ese momento. A mí me frustraba mucho la relatividad del tiempo cuando atravesaba caminos pedregosos. Por eso les aconsejo que no se preocupen tanto ni se dejen engañar por el paso psicológico del tiempo. Sencillamente sigue tu ritmo mientras avanzas hacia tu objetivo.

También añadiría: «Confía en tus miembros y en tus colegas». Según mi experiencia, en el movimiento cooperativo los grandes líderes no significan nada. A la hora de resolver problemas comunes entre todos, la sabiduría y la cooperación de la gente te ayuda a crecer tanto a ti como a las cooperativas. Cuando creamos un entorno que permite el liderazgo colectivo y trabajamos juntos dentro de él, todos nos hacemos más fuertes.

¿Qué significa para ti la identidad cooperativa?

Como para muchos líderes cooperativos, para mí la identidad cooperativa es como la Estrella Polar. Aunque las cooperativas se crearon y funcionan para una economía centrada en las personas, se enfrentan a más desafíos dentro de una economía capitalista altamente competitiva. A veces nos perdemos o conseguimos resultados que se alejan del espíritu cooperativo. Una vez más, debemos avanzar siguiendo nuestra Estrella Polar en la oscuridad de la noche.

La identidad cooperativa no es un invento humano único, sino un complejo de sabiduría humana para ayudarnos unos a otros a superar las dificultades de la realidad. Esta sabiduría evitará que nos perdamos incluso en las noches oscuras, y si lo hacemos, nos ayudará a encontrar el camino de vuelta.

¿De qué forma ha utilizado iCOOP la identidad cooperativa y los principios y valores que representa para servir mejor a sus miembros?

iCOOP nació a partir de seis pequeñas cooperativas que ofrecían productos agrícolas ecológicos y seguros. Al aumentar el número de cooperativas, iCOOP puede dar respuesta a necesidades más diversas de sus miembros y resolver más problemas del entorno agrícola. Durante este proceso, los miembros (consumidores) han reforzado su relación con los productores, y han llegado a crear grupos de producción de alimentos orgánicos llamados «Natural Dream Parks» (Parques Naturales de Ensueño) gracias a la cooperación entre consumidores, productores y empleados. Creo que este es el fruto de un largo proceso de aprendizaje y creación de capacidades resolutivas en la producción, procesamiento, distribución y consumo, basadas en los principios cooperativos. Además, los «Parques», que tratan de procurar ingresos a los productores y alimentos más sanos a los consumidores, se ubican en las zonas relativamente menos desarrolladas de Gurye y Goesan (al contrario de lo que sucede en el sistema económico coreano, centrado en el área metropolitana), por lo que contribuyen en gran medida al desarrollo de las regiones.

De esta manera, considero que el crecimiento de iCOOP demuestra que la identidad cooperativa responde a unas necesidades comunes y que los principios cooperativos ayudan a las comunidades. En concreto, los desastres naturales y la pandemia demuestran el poder de las cooperativas. Por ejemplo, iCOOP garantizó un suministro estable de artículos de primera necesidad durante el terremoto de Pohang/Gyeongju de 2017 a 2018, priorizó el reparto de mascarillas y alimentos entre los niños afectados por la pandemia y dio apoyo a las víctimas de las inundaciones de Gurye, ofreciendo almuerzos y servicio de aseo en su Parque.

iCOOP no es una estructura perfectamente organizada desde el principio, sino que está en constante transformación e innovación, ajustándose a los deseos de las distintas partes implicadas (consumidores, productores, empleados y comunidades) que desean crear una sociedad mejor. A día de hoy, queremos dirigirnos a una comunidad más extensa, «el planeta», y resolver la crisis climática a través de las prácticas «sin plástico» de nuestros miembros.

¿Qué es lo que más esperas del congreso de este año? ¿Qué esperas que surja de los debates? ¿Cómo pueden los asistentes sacar el máximo partido al congreso?

El mundo ha sufrido una crisis financiera, y ha aparecido una nueva preocupación por el futuro de la humanidad a raíz del rápido desarrollo de la tecnología informática, nacida en menos de un siglo, y la pandemia COVID-19. Las empresas que están en manos de inversores nunca se han cuestionado la forma de hacer negocios en sí, ni siquiera cuando las economías sufrían o se enfrentaban a nuevos retos. Sin embargo, las cooperativas han demostrado su resiliencia en los momentos difíciles y ahora empiezan a llamar la atención. Por tanto, propongo que las cooperativas crean firmemente en su identidad. Espero que el congreso sea un lugar lleno de fe y motivación en torno a nuestro poder de cooperación, que lleva 200 años cambiando el mundo. Espero que sea un momento de profunda inspiración gracias a los maravillosos ejemplos de todas esas cooperativas que están superando momentos difíciles.

El movimiento cooperativo global es diverso, y el proceso de desarrollo cooperativo también varía según las instituciones y las condiciones socio-culturales de cada país. Sin embargo, en vez de poner el foco en esas diferencias, espero que nos centremos en las historias de éxito que podemos llevarnos a casa, y que fomentemos una imaginación positiva para revivirla en cada una de nuestras cooperativas. Espero que esta reunión de cooperativas sea una oportunidad para que germinen nuestras semillas y crezcan los árboles de un gran bosque que represente nuestra identidad específica.